No se trataba de ningún majareta, ni siquiera de un friki. Era un simple caso de altura.
El señor Albóndiga era muy bajito. ¿Qué iba a hacer el hombre? Sólo llegaba hasta el botón número cinco del ascensor. Cuando iba solo pulsaba el botón 5 y seguía andando. Eso sí, cuando alguien le acompañaba le pedía que le apretara el botón número 8 y así llegaba a su casa. Claro que cuando llovía, como llevaba paraguas podía llegar con la punta de este hasta el número ocho lo que le ahorraba las pesadas escaleras. ¡Elemental mis queridos amigos!
¡Enhorabuena a los acertantes!
Lucía A.
Irene
Joel
Diego P.
Lorien Gallardo
María S.
¡Habéis conseguido tres puntos DOJO!
¡Gracias a todos por vuestra participación!